Por Luis Armando Guerra
El 21 de mayo de 1894, en los fosos de la fortaleza de Montjuïc de Barcelona (Cataluña), son fusilados, a los gritos de «Viva la Anarquía», seis anarquistas: Josep Codina, Federico Mariano Cerezuela Subies, Jaume Sogas Martín, José Bernat Cirerol, Manuel Archs Solanellas y José Sabat Oller.
Todos habían sido condenados, tras duras torturas, a muerte en consejo de guerra por el atentado en el teatro Liceo de Barcelona el día 7 de noviembre del año anterior y, además se les adjudicaba la fabricación de la bomba que fue lanzada por Paulino Pallás Latorre contra el general Martínez Campos el día 24 de septiembre del mismo año en la Gran Vía de barcelona. En el consejo de guerra fueron condenados a cadena perpetua otros cuatro anarquistas: Rafael Miralles, A. Mir, Joan Carbonell y Villarrubias.
El Proceso “La Bomba del Liceo”
El proceso conocido como la Bomba del Liceo, fue una acción denominada por los anárquicos como Propaganda por el Hecho y a la vez una venganza por la ejecución del compañero anarquista Paulino Pallás Latorre. Este ataque consistió en la utilización de dos bombas Orsini (de unos tres kilos cada una) sobre el Patio de las Butacas del Gran Teatro del Liceo de Barcelona el día 7 de noviembre de 1893, donde fallecen alrededor de 20 personas.
Este Gran Teatro del Liceo de Barcelona, a finales del siglo XIX, se había convertido en el escaparate social de la burguesía en la sociedad española, siendo considerado por los anarquistas como un símbolo importante del capitalismo y autoritarismo de la época.
El 24 de septiembre de 1893, se llevó a cabo un attentat en contra del General Martínez Campos (Capitán General de Cataluña), el cual lamentablemente no tuvo el final espero. El anarquista Paulino Pallás Latorre lanzó dos bombas contra el general, quien solo sufrió heridas leves. Lo particular para la burguesía es que el compañero Pallás no opuso resistencia al momento de su detención y solo se restringió a gritar “VIVA LA ANARQUÍA”, siendo posteriormente juzgado y condenado a muerte, lo cual se llevó a efecto el día 6 de octubre de 1893.
El día 7 de noviembre de 1893 se inauguraba la temporada de ópera, con la representación de Guillermo Tell, opera de Rossini. Un día relevante para la socialité española de esa época, y a la vez un día perfecto para llevar a cabo dicha acción por parte de Santiago Salvador Franch, tras apagarse las luces el compañero anarquista arroja dos bombas Orsini desde el quinto piso hacia la platea. La primera estalla al impactar contra el respaldo de la butaca 24 de la fila 13. Mientras que la segunda cae sobre el regazo de una espectadora ya fallecida, lo que amortigua el impacto y evita la segunda detonación.
El compañero Santiago Salvador Franch logra darse a la fuga, burlando el cerco de seguridad que la guardia civil había establecido, sin embargo es capturado el día 2 de enero de 1894 en la casa de un amigo en Zaragoza. El compañero realiza un intento de quitarse la vida antes de ser capturado, no logrando su cometido. El 11 de julio se inicia el juicio en su contra acusado de 20 asesinatos y 27 intentos frustrados. En el juicio vindica el attentat como una acción por su compañero y amigo Paulino Pallás, como una acción individual sin afiliación a ninguna organización y claramente por la “ANARQUÍA”. En la lectura de la sentencia, donde se le condena a muerte, el compañero solo se limitó a gritar “VIVA LA ANARQUÍA”. El 21 de Noviembre de 1894 es ejecutado el compañero Santiago Salvador Franch.
“Mi deseo era destruir la sociedad burguesa, a la cual el anarquismo tiene declarada la guerra abierta; y me propuse atacar la organización actual de la sociedad para implantar el comunismo anárquico”.
(Santiago Salvador durante el juicio del 11 de julio, 1894)
http://www.youtube.com/watch?v=rGM2XgU_DUU
https://vimeo.com/95967928