A los espíritus libres y rebeldes
A lxs oprimidxs y lxs marginadxs
Al pueblo en general
El día de hoy oficialmente he cumplido un año en reclusión; el día 10 de diciembre de 2014 fui sentenciado a 5 años y 9 meses de prisión, bajo las acusaciones de ataques a la paz pública y asociación delictuosa; estas acusaciones fueron argumentadas con nada más que simples suposiciones y sin pruebas reales que declaren mi culpabilidad. En cuanto al delito de asociación delictuosa, lo único que sostiene su acusación es la portación de objetos con leyendas de protesta y reivindicación anarquista, por lo cual es claro que se trata de una criminalización ideológica, tendiente a la difamación y el desprestigio de las ideas ácratas y libertarias.
Históricamente, todas las épocas ocultan una serie de ideas, pensamientos e información en general que no permite ser pensada por lxs individuos de dicha sociedad. Sin embargo siempre habemos personas e individuos que nos negamos a ser alineadxs, que no conformes con lo que es permitido hacer, ser y pensar, hemos decidido arriesgar nuestras vidas en la búsqueda de una auténtica libertad.
Y cuando nos hemos enfrentado a los malestares sociales, productos de la jerarquía, nos han llamado autores del desorden y nos han enviado a poblar los presidios.
Sin embargo en la cárcel no se termina la rebeldía, pues es en la prisión donde el rebelde se determina completamente y toda duda y contradicción que pudiera haber en sus pensamientos se disipa termina por afianzarse y hacerse más fuerte ideológicamente. Al entrar a la prisión se termina un ciclo de lucha para dar comienzo a uno nuevo, pero esta vez más radical, contundente e integral.
¡Que caigan los muros y que la libertad continúe su inexorable curso, hasta que todos seamos libres!
Fernando Bárcenas
15 diciembre 2014