Traducido por Instinto Salvaje
«La violencia genera violencia. Independientemente de lo que está bien o mal, no importa ¿qué tan abstruso es el límite entre los opuestos y la facilidad con que pueden converger? La palabra y el concepto mismo de violencia por parte de la persona que tiene el monopolio asumen profunda mistificación. Todas las expresiones de disidencia están siendo reprimidas de manera desproporcionada… no es de extrañar … [traducción aproximada de» vagli un spiegare che è primavera”, un verso del fallecido cantante y compositor anarquista Fabrizio De Andrè]. «
Tristemente el modus operandi de la cuadrilla política, en la artística arquitectura de castillos imaginarios y acusaciones de pertenecer a asociaciones imaginarias y cualquier arma del aparato judicial estado-capital, servil y funcional al miserable poder, defensor y practicante de la lógica dominante.
Entre el concreto y el acero que me aprisiona y la servidumbre carcelaria que opera en tal sbirresca función (usher – controlador), escribo estas líneas como una salida personal y romper un silencio sofocante. Saludos y gracias de todo corazón, amigos y amigas de siempre, a todos los compañeros, las compañeras y la real solidaridad cercana. Por eso, quiero expresar mi solidaridad con todos y todas las rebeldes, con los y las oprimidas resistentes dentro y fuera de las cárceles y un afectuoso abrazo fraterno a Gianluca, compañero querido.
Considero que el anarquismo antes que nada es un sentimiento, generando sentimientos encontrados. Se puede enfatizar, minimizar, distorsionar, teorizar… un sentimiento como tal, se vive!
Pero no hay sentimiento o abstracciones en las estructuras y prácticas que ejercen el control, la gestión, la sumisión y la explotación de la vida. La devastación ambiental y el saqueo sistemático no son abstracciones.
Todas las instituciones, ya sean políticas, administrativas, económicas, financieras o socio-cultural, son directa o indirectamente responsables de la continuación del statu quo, a través de muchas medidas coercitivas, la supresión de la libertad y el ejercicio del poder, legitimado por el imperio de la ley.
La civilización imperialista moderna crece en el engaño y la corrupción, el chantaje, la militarización de los territorios y de las declaraciones explícitas de guerra. Se vomita concreto y nocividad, se traga la naturaleza, homogeniza y aniquila los pueblos y las culturas, oprime cualquier resistencia a la fuerza.
Después de todo, la tiranía de la civilización ha caracterizado a la humanidad durante miles de años, los seres humanos son una especie evolucionada, una que hace esclavos.
En el caldero mercantilizado global, la política liberal y las lógicas mercantiles dictan la ley. Todos los Estados (con algunas distinciones) presentan respetuosamente a las organizaciones supranacionales, los tratados internacionales y el estrangulamiento del dominio financiero.
Las corporaciones y multinacionales de todos los sectores tienen un poder inmenso. En nombre de los beneficios y el progreso, el uso de máscaras de benefactores y contando con la complicidad de los gobiernos, saquean y matan sin escrúpulos.
A medida que tratan de mantener su poder y sus beneficios, los explotadores y los contaminadores han hablado acerca de la sostenibilidad durante mucho tiempo, se presentan como ‘eco-amigos’ y se postulan a sí mismos como partidarios y defensores de la causa del medio ambiente… la energía y la economía se han convertido en «ética” y coloreado en verde… la hipocresía se ha vuelto insoportable!
La clase dominante ha refinado sus métodos y sus afiladas cuchillas. Analizan datos aburridos, hablan de crecimiento y desarrollo, y cada vez más totalitario en sus aspectos técnicos. Y, al hacerlo, se reúnen con el consenso silencioso.
La fauna humana civilizada está bien domada y embriagada con la información, hacinadas en megalópolis; que están hechas por los individuos despersonalizados, los psicóticos, los consumidores interesados en la auto-domesticación. Son robots “full opcional” que muestran sus accesorios inteligentes con satisfacción, están obsesionados por nada y por encima de todo por sí mismos, son hostiles hacia lo diferente, y pasan su tiempo libre en soledad en los mundos virtuales… en compañía de sus muchos ‘amigos’.
Las manadas de trabajadores honestos y desempleados desesperados por un trabajo permanecen impotentes e indiferentes, los prisioneros de la ilusión de una riqueza falsa e inestable. A veces participan en el triste teatro de indignación ciudadana como ovejas dirigidas por un perro. Por el contrario, cuando se convierten en realmente conscientes y su ira se convierte en rebelión, la máscara de la democracia se cae y revela su rostro: la policía, el ejército y la sangre. Entonces la democracia encuentra la oportunidad de probar nuevas armas y dispositivos y el poder judicial llena las cárceles del país.
Desde el comienzo de la industrialización han ocurrido eventos que producen las estructuras de poder y los océanos de cambios. A continuación, el saqueo de la vida comenzó en gran escala.
Hoy, el buen ciudadano, inconsciente e incapaz de pensar, es iluminado por una «nueva» dependencia, a la que adora como un dios y salvador: es el ‘zigurat tecnológico «prometiendo un futuro fácil y celestial y avanzando amenazadoramente y terriblemente, haciendo el ambiente artificial, esterilizando la vida con las innovaciones tecno científicas y la eliminación o modificación de los elementos naturales. Y esto genera una gran cantidad de monstruosidades.
El obstaculizar la realidad nuclear y el deterioro irreversible del ecosistema y su capacidad de regeneración, el dramático empobrecimiento de la biodiversidad, la manipulación de la naturaleza y, por tanto, de la vida misma, están dando lugar a un punto de no retorno.
El consumismo y los estilos de vida inducidos, el control de los «recursos» (energía, alimentos y recursos hídricos), la tecnología aplicada al control de los individuos y la sociedad y la militarización de avance están dando lugar a un dominio total y absoluto.
En la oscuridad de lo existente se está perdiendo la búsqueda de la belleza irracional, y el futuro inminente es cada vez más gris y angustioso, aséptico y estéril, calculable y medible y con olor pútrido.
La sociedad es el espejo del lugar absurdo donde yo estoy encerrado: una cárcel de muros infranqueables y prisiones invisibles.
El progreso, productor de la basura y la imbecilidad, es sólo un gran vertedero de residuos.
Todo está encarcelado, envenenado, la tierra está sangrando, y las células del cuerpo se están volviendo locas… opresión, explotación y muerte…
En la situación actual, se alabaron la indiferencia y la resignación. Pero me gusta pensar que en todo tiempo y lugar los opresores se enfrentan a nuestros hermanos y hermanas que se resisten.
Es necesario rebelarse con pasión, tomar las múltiples tensiones de la acción en las calles, colectiva o individualmente, y no reducir todo al análisis político estéril y masturbaciones cerebrales en reuniones de carruseles, que a menudo inhiben la individualidad. Cada uno tiene que estar con sus dudas y convicciones, «armado» con su propia voluntad, en encuentros libres en espacios libres.
Personalmente tengo varias preocupaciones sobre los objetivos proyectuales y propaganda espectacular. Aunque reconozco que estos pueden tener cierto potencial, también pienso que pertenecen a la sociedad de la apariencia, en base a nada y se sumergen en una época de hiper-información, donde la centralización de la voluntad de comunicarse, o un exceso de comunicación, corre el riesgo de crear confusión y degenerar en la exaltación como un fin en sí mismo.
No sé dónde encontrar la receta de la liberación total, y menos aún en los bolsillos; y yo no creo en una sociedad futura, aunque liberada y sin injusticia. Mi visión está íntimamente individualista, acrobática y existencial.
Por supuesto, la teoría y la práctica son y serán siempre inseparables en todos los contextos. Estoy convencido de que cada individuo animado por sus percepciones, la voluntad y la pasión puede encontrar su libertad en la autodeterminación.
Como prisionero no dejo de soñar con un mundo sin violencia autoritaria, o las dicotomías opresores- oprimidos, explotadores-explotados, un mundo sin restricciones morales y sociales y la reducción de la inhibición de todos los horizontes, un mundo libre de todas las jaulas… las jaulas son la vergüenza de la humanidad. Un mundo donde la arrogancia humana se aparte y se sustituya por una coexistencia simbiótica y enfática de todos los seres vivos, en el respeto por el equilibrio natural, un mundo en el que la búsqueda de la libertad individual es el único camino a seguir para una real y colectiva autodeterminación.
Detrás de sus muchas máscaras, la civilización industrial, científica y tecnológica esconde una cara aberrante de genocidio y la destrucción del medio ambiente … se encuentran curas para enfermedades imaginarias … en este sistema de dominación todo es funcional y muy poco es natural. Y sabotear lo existente se hace necesario.
Las luchas de liberación son caminos diferentes que convergen en una pelea. Un incendio de sentimientos cálidos se está quemando en el estómago. En la movilidad compulsiva de este tiempo que corre a gran velocidad, la malla de la represión-opresión son cada vez más inexorablemente densa… pero sus armas, sus curas sólo están en el miedo… mis ojos están siendo capturados y mi cuerpo está siendo mantenido prisionero, más allá de estas repugnantes paredes hay horizontes, y el espíritu se mantiene siempre rebelde e indomable, intacta la idea.
El cielo plomizo y el mar tormentoso… un viento de tormenta sopla…
La tierra tiembla gritando venganza, la resistencia ancestral a lo lejos…
Por amor a la vida, a la anarquía… sin pretensión… sin esperas!
Con pasión infantil y la tenacidad anarquista
Un abrazo,
Adriano
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Letter from anarchist prisoner Adriano Antonacci
“Violence generates violence. Regardless of what is right or wrong, no matter how abstruse is the boundary between opposites and how easily they can converge. The word violence and the concept it expresses present deep mystifications to those who have the monopoly on it. All expressions of dissent are being disproportionately repressed… no surprise… ‘go and tell them that it’s springtime’ [rough translation of ‘vagli a spiegare che è primavera’, a verse by the late anarchist singer and song-writer Fabrizio De Andrè].”
The modus operandi of cops and politicians is infamous enough, with their artistic architecture made of inexistent castles in the sky, and their accusing anarchists of belonging to imaginary associations; and with the judiciary of the State-Capital, servile and functional to miserable power, advocate and perpetrator of the dictates of dominion.
Between the concrete and steel imprisoning me and the prison servants complying with their function of cops (usher – controller), I’m writing these lines to unload the tension and break a suffocating silence.
I greet and sincerely thank friends, comrades and all those who expressed solidarity with me. I also express my solidarity with all rebels and resistant oppressed, inside and outside prison, and with brotherly affection I send a strong hug to my dear comrade Gianluca.
I regard anarchism firstly as a feeling, which generates other contrasting feelings. One can emphasize it, diminish it, distort it, theorize it… a feeling as such can only be lived!
But there’s no feeling or abstractions in the structures and practices exercising the control, management, submission and exploitation of life. Systematic environmental plundering and devastation are not abstractions.
All institutions, be they political, administrative, economic, financial or social-cultural, are directly or indirectly responsible for the continuation of the status-quo, through their many coercive measures, the suppression of free will and the exercise of power, legitimized by the rule of the law.
Modern imperialist civilization grows in deception and corruption, blackmail, militarization of territories and explicit declarations of war. It vomits concrete and harmfulness, swallows nature, homogenates and annihilates peoples and cultures, oppresses any resistance with force.
After all, the tyranny of civilization has characterized humanity for millennia, as humans are an evolved species, one that make slaves.
In the global commodified cauldron, liberal politics and mercantile logics dictate the law. All States (with some distinctions) respectfully submit to supranational organizations, international treaties and strangling financial dominion.
Corporations and multinationals of all sectors hold immense power. In the name of profit and progress, wearing masks of benefactors and counting on the complicity of governments, they plunder and kill without scruples.
As they try to maintain their power and profits, exploiters and polluters have been blabbing about sustainability for a long time, presenting themselves as ‘eco-friendly’ and proposing themselves as supporters and champions of the environmental cause… energy and economy have become ‘ethical’ and coloured in green… hypocrisy has become unbearable!
The ruling class have refined their methods and sharpened their blades. They analyse dull data, talk of growth and development, and become increasingly totalitarian in their technicalities. And in so doing they meet with quiet consensus.
The human civilized fauna is well tamed and intoxicated with information, crammed in megalopolis; it is made by depersonalized individuals, psychotics, consumers keen to self-domestication. They are ‘full optional’ robots that show off their smart accessories with satisfaction, are obsessed by anything and above all by themselves, are hostile towards what is different, and spend their spare time in solitude in virtual worlds… in the company of their many ‘friends’.
Herds of honest workers and unemployed desperate for a job remain helpless and indifferent, prisoners of the illusion of a false and unstable wealth. Sometimes they participate in the sad theatre of citizenist indignation like sheep led by a dog. On the contrary, when they become really aware and their anger turns into revolt, the mask of democracy falls off and reveals its face: police, military and blood. Then democracy finds the opportunity to test new weapons and devices and the judiciary fills up the jails of the country.
Since the beginning of industrialization there have occurred events producing power structures and sea changes. Then the plundering of life started on a large scale.
Today the good citizen, unaware and unable to think, is illuminated by a ‘new’ dependence, which he worships like a god and saviour: this is the ‘technological ziggurat’ promising an easy and heavenly future and advancing threateningly and frighteningly, making the environment artificial, sterilizing life with techno-scientific innovations and eliminating or modifying all natural elements. And this generates a great deal of monstrosities.
The impeding nuclear reality and the irreversible impairment of the eco-system and its regenerative capacity, the dramatic impoverishment of biodiversity, the manipulation of nature and therefore of life itself, are leading to a point of no return.
Consumerism and induced lifestyles, the control of the ‘resources’ (energy, food and water resources), technology applied to the control of the individuals and society and the advancing militarization are leading to total and absolute dominion.
In the darkness of the existent the search for irrational beauty is being lost, and the imminent future is getting even more grey and distressing, aseptic and sterile, calculable and measurable, putrid and smelling.
Society is the mirror of the absurd place where I’m locked up: a jail of insurmountable walls and invisible prisons.
Progresso, producer of rubbish and imbecility, is just a big waste dump.
Everything is imprisoned, poisoned, the earth is bleeding, and body cells are going crazy… oppression, exploitation and death…
In the status quo, indifference and resignation are being praised. But I like to think that in all times and places the oppressors are faced with our brothers and sisters who resist.
It is necessary to rebel with passion, take the multiple tensions of action in the streets, collectively or individually, and not reducing everything to sterile political analysis and cerebral masturbations in meeting carousels, which often inhibit individuality. Each has to stand with their doubts and convictions, ‘armed’ with their own will, in free encounters in free spaces.
Personally I have several concerns on projectual aims and spectacular propaganda. Even if I recognize that these can have some potential, I also think that they belong to the society of appearance, based on nothing and immersed in a time of hyper-information where the centralization of the will to communicate, or an excess of communication, risks creating confusion and degenerating into exaltation as an end in itself.
I don’t know where to find the recipe of total liberation, least of all in my pockets; and I don’t believe in a future society, even if liberated and without injustice.
My vision is intimately individualist, acrobatic and existential.
Of course theory and practice are and will always be inseparable in all contexts. I’m convinced that each individual animated by his/her perceptions, will and passion can find his/her freedom in self-determination.
As a prisoner I don’t stop dreaming of a world without authoritarian violence, or the dichotomies oppressed-oppressors, exploited-exploited, a world without moral and social restraints inhibiting and reducing all horizons, a world free from all cages … cages are the shame of humanity. A world where human arrogance is set aside and substituted with a symbiotic and emphatic co-existence of all living beings, in the respect for natural balance, a world where the search for individual freedom is the only road to be taken for a real and collective self-determination.
Behind its many masks, industrial, scientific and technological civilization conceals an aberrant face of genocide and destruction of the environment… they find cures for made-up diseases… in this system of dominion everything is functional and very little is natural. And to sabotage the existent becomes necessary.
Liberation struggles are different paths converging in one fight. A fire of warm feelings is burning in the stomach. In the compulsive mobility of this time that runs at high speed, the mesh of repression –oppression are getting inexorably dense… but their weapons, their cures is just fear… my eyes are being seized and my body is being kept prisoner, beyond these disgusting walls there are horizons, and the spirit always stays rebellious and untamed, intact the idea.
Leaden sky and stormy sea… a wind of storm is blowing…The earth is shaking shouting revenge, ancestral resistance in the distance…For love of life, for anarchy… no pretence… no waiting!With childlike passion and anarchist tenacity
A hug, Adriano
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PRIGIONIERI – LETTERA DI ADRIANO DALLA SEZIONE AS2 DI FERRARA
La violenza genera violenza. Indipendentemente da quanto sia giusto o sbagliato, da quanto astruso sia il confine tra gli opposti e da come questi possano convergere. La parola e il concetto stesso di violenza, da parte di chi ne detiene il monopolio, assume profonde mistificazioni. Il dissenso in ogni sua espressione viene sproporzionalmente represso…non che stupisca…”vagli a spiegare che è primavera”…
E’ tristemente noto il modus operandi della sbirraglia politica, nell’artistica architettura di fantomatici castelli e l’accusa di appartenere a fantasiose associazioni e quali le armi dell’apparato giudiziario dello Stao-Capitale, servile e funzionale al miserabile potere, fautore e praticante della logica dominante.
Tra il cemento e l’acciaio che mi imprigionano e la servitù carceraria ottemperante in tale sbirresca funzione (usciere – controllore) scrivo queste poche righe come un personale sfogo e rompo un silenzio soffocante.
Saluto e ringrazio di cuore gli amici e le amiche di sempre, tuttx i compagni, le compagne e le realtà solidali e vicine. Esprimo quindi la mia solidarietà a tuttx i/le ribelli e gli/le opprssx resistenti, dentro e fuori le galere e con fraterno affetto abbraccio forte Gianluca, compagno caro.
Considero l’anarchismo prima di tutto un sentimento, generatore di sentimenti contrastanti. Lo si può enfatizzare, sminuire, distorcere, teorizzare…un sentimento in quanto tale, lo si vive!
Ma non vi è nulla di sentimentale e non vi sono astrattismi alcuni, nell’insieme di strutture e pratiche attraverso cui avviene il controllo, la gestione, la sottomissione e lo sfruttamento della vita. Non sono certo astrattismi saccheggio e sistematica devastazione ambientale.
Tutte le istituzioni, siano esse politico-amministrative, economico-finanziarie o socio-culturali, sono indirettamente o direttamente responsabili della prosecuzione di questo stato di cose, attraverso la moltitudine dei mezzi coercitivi, nell’imposizione sopraffazione di volontà e quindi nell’esercizio di potere, legittimato dallo Stato di diritto.
La moderna civiltà imperialista si espande mediante l’illusione e la corruzione, il ricatto, la militarizzazione dei territori o dichiarando esplicitamente guerra. Vomita cemento e tossicità, inghiotte la natura, omologa e annienta popoli e culture, opprime con la forza ogni resistenza.
D’altra parte sono millenni che la tiranni civile caratterizza l’umanità, in quanto specie evoluta schiavizzatrice.
Nel calderone globale mercificatore le politiche liberali e le logiche del commercio dettano legge. Gli stessi Stati (facendo i doverosi distinguo) sottostanno ossequiosi ad organismi sovranazionali, trattati internazionali e al dominio finanziario strangolatore.
Le corporazioni e aziende multinazionali dei diversi settori detengono indefinibile potere. In nome del profitto e del progresso, con maschere da benefattori e la complicità dei governi saccheggiano, devastano e uccidono senza scrupolo alcuno.
Da tempo ormai gli sfruttatori e inquinatori di sempre nel solo intento di perpetuare il proprio status, il proprio operato e quindi i loro profitti, blaterano di sostenibilità, si riciclano come “amici dell’ambiente” e avendo particolarmente a cuore la causa ecologista, ne diventano sostenitori e promotori … l’energia e l’economia divengono “etiche” e si colorano di verde … l’ipocrisia diviene insostenibile!
I governanti hanno affinato i metodi e affilato le lame. Analizzano insulsi valori, parlano di crescita, sviluppo e mediante tecnicismi assumono fattezze sempre più totalitarie. Trovando placido consenso.
L’umana fauna civilizzata, ben addomesticata è drogata di informazioni e ammassata nelle città formicaio; è composta da individui spersonalizzati, psicotici, consumatori tendenti all’auto-addomesticazione. Degli automi full optional che sfoggiano insoddisfatti smart accessori, e ossessionati da tutto, in primis da loro stessi e ostili nei confronti del diverso, trascorrono il tempo “libero” solitari in mondi virtuali … insieme a tanti “amici”.
Gli individui del gregge, che siano onesti lavoratori o alla disperata ricerca di una occupazione – retribuzione, vivono sulla propria pelle la menzogna di un benessere illusorio, ora vacillante, ma prigionieri delle loro stesse menti, restano inermi e indifferenti. In altri casi si dà sfogo ai tristi teatrini dell’indignazione cittadina, con cani pastori che indirizzano al pascolo il flebile lamentoso belato. Quando invece vi è una reale presa di coscienza e la rabbia diventa rivolta, cade nell’immediato la maschera della democrazia e sempre rivela il vero volto: poliziesco, militare e sanguinario. Opportunità per testare nuove armi e apparecchiature, come anche per il rocambolesco evolversi della giurisprudenza, e riempire quindi le patrie galere.
Da quando gl’ingranaggi dell’industria iniziarono a girare, la complessità degli eventi susseguiti ha determinato precisi assetti di potere e prodotto epocali cambiamenti. Il saccheggio di vita è iniziato su larga scala.
Oggi il cittadino ben”pensante”, incosciente e povero di spirito, è illuminato da una “nuova” dipendenza ideologica, venerabile come una divinità, nuovo dio salvatore: la “ziggurat tecnologica” che con la promessa di un comodo e paradisiaco avvenire avanza mostruosamente e con spaventose accelerazioni, artificializzando l’ambiente, automatizzando la vita e con l’applicazione delle tecno-scienze, sterilizzandola anche, eliminando o modificando gli elementi che naturalmente la generano. Con tutte le mostruosità che questo comporta.
La realtà nucleare incombente, la compromissione, anche irreversibile, degli ecosistemi e delle capacità rigenerative di questi, il drastico impoverimento della biodiversità, la manipolazione della natura e quindi della stessa vita, segnano come prossimo un punto di non ritorno.
I consumi e gli stili di vita indotti, il controllo delle “risorse” (energetiche, alimentari, idriche) e la tecnologia applicata come forma di controllo agl’individui, al tessuto sociale, nonché all’avanguardia militare, determinano e presagiscono l’integrità di un dominio totale e assoluto.
Nell’oscuro pantano in cui è immerso l’esistente si perde la ricerca dell’irrazionale bellezza e l’imminente futuro, limpidamente appare ancor più grigio e desolante, asettico e sterile, calcolabile e misurabile, quanto putrido e maleodorante. La società civile è lo specchio di questo assurdo luogo dove mi trovo costretto: una galera dalle invalicabili mura e invisibili galere.
Il progresso, produttore di rifiuti e imbecillità, è una grande discarica.
Tutto imprigionato, tutto avvelenato, sanguina la terra, zampilla il percolato, impazziscono le cellule…oppressione, sfruttamento e morte…
Di fronte a questo stato di cose l’indifferenza e la rassegnazione meritano il giusto rispetto. Mi piace pensare che in ogni tempo e in ogni luogo gli oppressori sempre troveranno fratelli e sorelle fierx e resistenti.
Occorre ribellarsi e farlo con passione, portando nelle strade le molteplici tensioni dell’agire, collettivamente o individualmente, non riducendo il tutto a sterile analisi politica o masturbazioni cerebrali su giostre assembleari, che in alcuni casi inibiscono le individualità. Ma ognuno con i propri dubbi e convinzioni, “armato” della propria volontà.
Considerando sempre fondamentale il libero incontro e confronto in liberi spazi.
Nutro personalmente diverse perplessità riguardo a mire progettuali e spettacolare propaganda, in quanto, pur riconoscendone un potenziale, risultano concetti propri della società delle apparenze, fondata sul nulla sconfinato, in questo tempo di sovrainformazione dove la centralizzazione della volontà comunicativa, o un suo eccesso, rischia di confondere e compromettere nel momento in cui prevale sulle altrui coscienze, degenerando in esaltazione fine a se stessa.
Non trovo in nessun dove la ricetta della totale libertà, tanto meno nelle mie tasche, e non credo in nessuna società a venire, sia pure liberata, priva da ogni ingiustizia. La mia visione è intimamente individualista, funambolica, esistenziale.
Certo teoria e pratica, in qualsivoglia contesto, sono e sempre saranno imprescindibili. Convinto che ogni individuo, mosso esclusivamente dalle proprie percezioni e dalla volontà-passione, possa trovare la propria libertà nell’autodeterminarsi.
Da prigioniero non smetto di sognare né d’immaginare un mondo libero dalla violenza autoritaria, e dai binomi oppressi-oppressori, sfruttati-sfruttatori. Libero da freni morali e sociali regolatori-inibitori di appetiti e delimitatori di orizzonti. Un mondo libero da ogni gabbia…
…vergogna dell’umanità. Un mondo dove l’umana arroganza venga messa da parte per una simbiotica ed empatica coesistenza con i viventi tutti, nel rispetto dei naturali equilibri e dove la ricerca della libertà individuale sia l’unico percorso da tracciare per una reale e collettiva autodeterminazione.
La civiltà industriale, scientifica, tecnologica, dietro le sue tante maschere cela il suo aberrante volto genocida, ecocida…inventano cure per malattie inventate…in questo sistema di dominio c’è ben poco di naturale, rispetto a ciò che è funzionale. E sabotare l’esistente diviene necessario.
Le lotte di liberazione sono i diversi sentieri confluenti in un’unica lotta. Nello stomaco brucia il fuoco di un sentimento caloroso. Nella compulsiva mobilità di questo tempo che corre ad alta velocità, le maglie della repressione-oppressione si fanno inesorabilmente sempre più fitte…ma la loro arma, la loro cura è soltanto la paura…sequestrati i miei occhi e il mio corpo prigioniero, oltre queste infami mura gli orizzonti, ribelle e indomito lo spirito, sempre integro il pensiero.
Cielo plumbeo e mare in burrasca…soffia un vento di tempesta…
Trema la terra gridando vendetta, resistenze ancestrali in lontananza…
Per amore della vita, per l’anarchia…nessuna pretesa…nessuna attesa!
Con fanciullesca passione e anarchica tenacia
Un abbraccio,
Adriano